sábado, 18 de diciembre de 2010

ENCUENTRA LUCIERNAGAS E ILUMINADORES

Un día en lugar de llamar a mi hijo por su nombre, le dije “bicho”, y me respondió “bichooooooooo?”  Y sin dudarlo un instante le respondí “eres mi bichito de luz, porque iluminas mi vida”.

Quienes sean padres o madres saben de lo que hablo,  ellos con su sola presencia, iluminan mi vida, hagan lo que hagan, están allí para poner luz,  y dar sentido a todas las cosas.  Pero muchos otros han iluminado mi vida, algunos la han compartido conmigo en algún momento, a otros tengo la suerte de tenerlos hoy en día y existen algunos a los que ni siquiera conozco, pero también me la han iluminado sin siquiera saberlo.

Todos podemos encontrar luciérnagas e iluminadores, pensad en vuestro día a día, siempre habrá llegado alguno, en el momento más (o menos) oportuno y su gesto pudo haber sido muy grande y consciente o muy pequeño o hasta inconsciente, pero ha sido el mensaje que necesitabais recibir.  Seguro que los encontraréis.

Es verdad la tan repetida frase de que cuando nos encontramos en un callejón sin salida, la única opción es salir por donde hemos entrado; pero podemos encontrarnos en un túnel oscuro, sin posibilidad de dar marcha atrás.  La luz que nos indique dónde está la salida, cuánto nos falta para llegar y que nos de la confianza que si que está, la agradeceremos de por vida, seamos conscientes o no.

Desde que descubrí que tenía luciérnagas en mi vida, me he sentido muy afortunada y agradecida.  Cuando supe encontrar iluminadores en mi vida, me di cuenta que no hace falta buscar, ni desgastarnos en la eterna búsqueda de lo que nos falta, simplemente hay que abrir bien los ojos y saber encontrar.  En definitiva encontrar algo es identificar en lo que vemos y tenemos a nuestro alcance, lo que estábamos buscando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario