Según la RAE “buscar” es Hacer algo para hallar a alguien o algo y Hacer lo necesario para conseguir algo. También dice que “encontrar” es Dar con alguien o algo que se busca y Dar con alguien o algo sin buscarlo.
Por tanto, definitivamente prefiero “encontrar” a “buscar”. Creo que puestos a elegir no queremos buscar la felicidad sino encontrarla, no queremos buscar al hombre o la mujer de nuestra vida o el amor, o el trabajo ideal o lo que sea que queremos conseguir, sino que lo que queremos es encontrarlo.
Si es cierto que algunas búsquedas son procesos enriquecedores que al fin y al cabo nos aportan más que la consecución del objetivo que perseguimos, si con ellas logramos un crecimiento o transformación. Pero es evidente que en nuestro día a día, el estar permanentemente buscando, nos lleva a la eterna insatisfacción. Cuando sentimos que estamos a la espera de determinados objetivos, tenemos la certeza de que todo cambiará o todo comenzará o todo será diferente a partir de que los logremos. Inconscientemente estamos eternamente insatisfechos, a la espera de algo que se resuelva o se concrete.
Me viene a la mente la imagen de las rebajas, cuando la gente sale de rebajas en busca del objeto preciado, aquello que necesita o aquello a lo que le ha echado el ojo y pretende encontrar a bastante mejor precio. Se busca, se mira, se examina todo y cuando finalmente se decide por algo, el sentimiento de satisfacción es enorme. Lo he encontrado, tanta gente detrás de esto y me lo he podido quedar. ¿Era lo que quería? ¿Era lo que buscaba? Depende, a veces sí, a veces no, simplemente es perfecto porque cuadra. O era lo que necesitaba y lo encuentro más barato; o no lo necesitaba, pero me será útil en algún momento y además a este precio, no podía dejarlo pasar. Miles de razones o razonamientos, pero el sentimiento es el mismo, lo he encontrado y a mejor precio.
Todo esto estaba ayer ahí, pero hoy se ve mejor, porque nos lo han rebajado. Y yo me pregunto, ¿cuántas cosas tenemos ahora, aquí y no hemos identificado como lo que estamos buscando? ¿Será que necesitamos que nos las rebajen, para sentirlas más a nuestro alcance? ¿O será simplemente que debemos nosotros ponerlas a nuestro alcance, con el simple hecho de identificarlas, sentirlas o vivirlas?
No se trata de buscar, sino de encontrar, de identificar de entre todo lo que tenemos a nuestro alcance, lo que nos rodea, lo que hemos conseguido con esfuerzo y lo que nos han regalado; lo que estamos buscando. Muchas veces nos olvidamos de todo esto y seguimos buscando incansablemente, ya no sabemos qué y puede convertirse en un proceso infinito o peor aún, en una conducta de vida. Pero si encontramos, además de sentir la satisfacción del resultado, del proceso resuelto, dejamos de buscar y disfrutamos lo que hemos encontrado.
A partir de ahora intentaré encontrar y seguramente dejaré de buscar.
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